Se registró baja participación y caos en las pasadas elecciones judiciales
Noticias de Chihuahua
Las primeras elecciones judiciales en México, concebidas como un paso hacia la democratización del sistema de justicia, han estado marcadas por una participación ciudadana limitada, confusión generalizada y un sentimiento de desilusión entre los votantes.
En este proceso inédito, los mexicanos fueron convocados a elegir directamente a más de 2,600 jueces y magistrados entre aproximadamente 7,700 candidatos. Esta cantidad abrumadora de aspirantes dificultó la toma de decisiones informadas por parte del electorado, generando incertidumbre y críticas al nuevo esquema.
A diferencia del modelo tradicional, en el cual los jueces eran designados mediante criterios técnicos, de méritos y trayectoria profesional, esta nueva modalidad permitió el acceso a las boletas de miles de candidatos, muchos de los cuales carecían de reconocimiento o experiencia previa ampliamente conocida.
Diversos sectores sociales, académicos y expertos en justicia han señalado que el proceso careció de mecanismos efectivos de evaluación pública de los perfiles y que la sobrecarga de nombres contribuyó al desinterés de los ciudadanos. Además, hubo falta de campañas de información claras sobre cómo funcionaría el nuevo sistema y sobre las responsabilidades de los cargos a elegir.
Este experimento electoral ha abierto un debate nacional sobre los riesgos de politizar el sistema judicial, así como la necesidad de mejorar los procedimientos para garantizar que los funcionarios elegidos tengan la capacidad técnica y ética necesaria para impartir justicia.