Solar Orbiter capta por primera vez imágenes del polo solar
Noticias de Chihuahua
Por primera vez en la historia de la astronomía, la humanidad ha obtenido imágenes directas del polo solar gracias a la sonda Solar Orbiter, una misión conjunta entre la Agencia Espacial Europea (ESA) y la NASA. Este logro se debe a la nueva órbita inclinada del satélite, que le permite observar el Sol desde fuera del plano eclíptico, una hazaña jamás lograda por ningún otro artefacto espacial.
Hasta ahora, todas las observaciones del Sol se habían realizado desde el ecuador solar, ya que la Tierra y el resto de los planetas del sistema solar orbitan en un mismo plano, conocido como plano eclíptico. Esta limitación impedía tener una visión clara de los polos del astro rey. Sin embargo, la maniobra orbital del Solar Orbiter ha abierto un nuevo campo de estudio, al ofrecer un ángulo de observación completamente inédito.
El pasado 23 de marzo, la sonda alcanzó una inclinación de 17 grados respecto al ecuador solar, permitiéndole captar directamente el polo sur del Sol. Y esto es solo el comienzo: en los próximos años, la nave incrementará aún más su inclinación, lo que permitirá obtener imágenes aún más detalladas y científicamente valiosas.
“Hoy revelamos las primeras imágenes jamás obtenidas por la humanidad del polo solar”, declaró con entusiasmo la profesora Carole Mundell, directora científica de la ESA. “El Sol, fuente de vida en la Tierra y también de amenazas potenciales para nuestra tecnología, debe ser comprendido a fondo. Esta nueva perspectiva marca el inicio de una nueva era en la ciencia solar”, subrayó.
Las imágenes fueron captadas por tres sofisticados instrumentos a bordo del Solar Orbiter: el Polarimetric and Helioseismic Imager (PHI), el Extreme Ultraviolet Imager y el Spectral Imaging of the Coronal Environment. Estos aparatos permiten observar cómo se desplaza la materia en las capas externas del Sol, lo que podría revelar estructuras dinámicas como vórtices polares, similares a los detectados en Venus y Saturno.
Además, estas observaciones son fundamentales para comprender el complejo campo magnético solar, el cual cambia de polaridad aproximadamente cada 11 años, durante los picos del ciclo de actividad solar. Actualmente, los modelos científicos no pueden predecir con exactitud el momento ni la intensidad de estos máximos solares, lo que limita nuestra capacidad para anticipar tormentas solares que podrían afectar redes eléctricas, satélites y comunicaciones.
El avance logrado con el Solar Orbiter no solo representa un hito tecnológico, sino también una herramienta esencial para el futuro de la meteorología espacial, en un mundo cada vez más dependiente de la tecnología y vulnerable a las perturbaciones solares.