La cotorra serrana se recupera en Chihuahua pese a incendios y sequía
Noticias de Chihuahua
La cotorra serrana occidental (Rhynchopsitta pachyrhyncha), especie endémica de la Sierra Madre Occidental y considerada en peligro de extinción, ha logrado una recuperación histórica en 2024, pese a los desafíos que enfrenta por los incendios forestales y la prolongada sequía en el estado de Chihuahua.
Con una población que ya alcanza los 2,500 ejemplares, según reportes científicos, este avance ha sido posible gracias a esfuerzos conjuntos entre la Organización Vida Silvestre (OVIS), la Fundación San Diego Zoo Wildlife Alliance (SDZWA) y la Universidad Autónoma de Nuevo León, quienes han implementado estrategias de conservación basadas en imágenes satelitales para proteger nidos y prevenir la propagación del fuego.
Uno de los principales sitios de anidación de esta especie es la Reserva Papigochic, un ecosistema boscoso que se ha visto amenazado por la destrucción de más de 81 mil hectáreas en la región, en lo que se atribuye al impacto del cambio climático.
Ernesto Enkerlin-Hoeflich, director científico de OVIS, destaca que los incendios forestales, además de ser devastadores para la fauna silvestre, representan un riesgo para las comunidades humanas que dependen de los bosques. “Los bosques son fuente de agua, de recarga de acuíferos y de mitigación climática”, subrayó.
La recuperación de la cotorra serrana también ha sido impulsada por la resiliencia ecológica de la especie, que ha adaptado su alimentación a las condiciones adversas, incluyendo el consumo de miel de flor de agave.
Una noticia alentadora es que, después de tres décadas de trabajo de conservación, se ha logrado establecer un santuario para la especie. Además, varios ejidos forestales de Chihuahua han integrado en sus programas el manejo y aprovechamiento sustentable de los bosques, incluyendo la protección de esta cotorra, símbolo de la biodiversidad serrana.
Enkerlin-Hoeflich celebra que, con criterios ecológicos aplicados al manejo forestal, se esté generando un nuevo bosque y una relación directa entre la conservación científica y las prácticas sustentables de las comunidades locales. Esta colaboración binacional, que incluye a científicos de México y Estados Unidos, abre la posibilidad de que en el futuro las cotorras serranas vuelvan a habitar tierras estadounidenses, de donde desaparecieron en el siglo XIX.